Los piercings en la oreja son una forma popular de expresión personal y belleza, pero en algunas ocasiones, a pesar de que se han realizado en un centro especializado y se han respetado todas las normas de higiene para la cicatrización, se produce una infección por el piercing. En este artículo, exploraremos las causas, síntomas y tratamientos para el piercing infectado en la oreja.
Las infecciones en el piercing de oreja pueden ser causadas por varios factores. Estos incluyen:
Es fundamental reconocer los síntomas de una infección en el piercing en la oreja para tomar medidas a tiempo. Los principales síntomas incluyen:
¿Qué aspecto tiene un piercing infectado?
Un piercing infectado puede presentar un bulto o una bola alrededor del área del piercing. Este bulto o bola puede variar en tamaño y puede ser doloroso al tacto. En algunos casos, el bulto o bola puede contener pus y mostrar signos de inflamación, como enrojecimiento e hinchazón.
Durante las primeras 48 horas de la aparición de los síntomas de una infección en el piercing, es posible considerar la aplicación de remedios caseros como medida inicial.
Esto incluye la limpieza del piercing dos veces al día utilizando una solución salina, que puede ser adquirida en forma preparada o preparada en casa mezclando agua con sal común.
Es fundamental mantener la herida lo más limpia posible. Esto se logra mediante un lavado cuidadoso de la zona afectada con jabón neutro y un secado suave utilizando una gasa para evitar causar daño adicional a la piel.
Asimismo, el uso de suero fisiológico para lavar la herida contribuye a mantenerla limpia y previene la progresión de la infección. Después de lavar la herida, es importante secar la oreja con sumo cuidado usando gasas estériles.
Para infecciones leves, seguir estos consejos, junto con la aplicación de una crema antibiótica especializada, puede ser suficiente para aliviar el dolor y lograr la curación del piercing como el hélix. Sin embargo, en casos más graves que se caractericen por dolor intenso, presencia de pus o fiebre, es esencial buscar atención médica.
Es importante destacar que, si bien algunas personas pueden considerar el uso de cremas antibióticas para tratar un piercing infectado, es fundamental seguir las recomendaciones de un profesional de la salud. El tratamiento para un piercing infectado puede variar según la gravedad de la infección y la causa subyacente.
En muchos casos, el cuidado adecuado del piercing, que incluye la limpieza con solución salina estéril y evitando el uso de productos irritantes, puede ser suficiente para tratar la infección. Sin embargo, en casos más graves, es posible que se necesite la administración de antibióticos por vía oral o tópica.
Por lo tanto, siempre es mejor consultar a un piercer profesional o a un médico antes de usar cualquier crema antibiótica en un piercing infectado. Ellos podrán evaluar la situación y proporcionar el tratamiento adecuado según las necesidades individuales.
Si la infección no mejora en 48 horas o experimentas fiebre, es importante consultar a un médico. Pueden prescribirte cremas antibióticas locales o antibióticos orales según sea necesario.
La prevención es la clave para evitar infecciones en el piercing de oreja. Tomando precauciones adecuadas y confiando en profesionales con las garantías necesarias al realizar tu perforación, las probabilidades de sufrir una infección en tu piercing en la oreja son mínimas. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar:
Asegúrate de dirigirte a un centro autorizado y especializado para la perforación de orejas y evita los piercings realizados por aficionados.
Lávate siempre las manos antes de tocar la zona que debe cicatrizar.
Utiliza pendientes de acero quirúrgico, un material hipoalergénico que reduce el riesgo de empeorar la infección, tal como sugieren los profesionales de perforación.
Si notas signos de infección, abstente de usar perfumes y maquillaje, ya que podrían agravar la situación. Recomendamos recoger el cabello para evitar que se enrede en el piercing.
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Un grano en la oreja puede ser una experiencia incómoda y, a veces, dolorosa. Estos granos, que a menudo se desarrollan alrededor de la zona del piercing, son generalmente el resultado de una infección o una irritación en la perforación. La acumulación de células muertas de la piel, suciedad o bacterias en el área del piercing puede desencadenar la formación de un grano. Si notas un grano en tu piercing, es importante mantener la zona limpia y evitar tocarlo con las manos sucias. En la mayoría de los casos, los granos en los piercings de oreja se pueden tratar con cuidados locales, como limpieza con solución salina y evitar el uso de joyería de baja calidad. Sin embargo, si el grano persiste o empeora, es recomendable consultar a un profesional de la salud o a un piercer experimentado para recibir orientación y tratamiento adecuado.
Un tratamiento eficaz para las alergias al níquel consiste en una vacuna que induce tolerancia al níquel. Este método se utiliza desde hace muchos años y suele ser bien tolerado. Los síntomas de la alergia al níquel también pueden tratarse con productos tópicos o medicamentos orales recetados por un profesional sanitario. Es aconsejable utilizar pendientes de materiales hipoalergénicos, como oro de 14 quilates, acero quirúrgico o plata, para evitar reacciones alérgicas.
Una causa probable de un quiste detrás de la oreja es la formación de un nódulo fibroso reactivo o un pequeño quiste dentro del lóbulo de la oreja, que provoca una obstrucción parcial del orificio del piercing. Esta obstrucción puede provocar irritación y aumentar potencialmente el riesgo de infección al llevar pendientes.
Si experimenta este síntoma, es aconsejable evitar el uso de pendientes y limpiar el lóbulo de la oreja afectada. El médico puede recomendar la aplicación tópica de cortisona o crema antibiótica. Si el problema persiste, es necesario consultar a un dermatólogo para explorar soluciones. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
A continuación algunas de las preguntas más comunes relacionadas con los piercing infectados:
Si notas que el agujero con pendiente está infectado, es importante tomar medidas rápidas para tratarlo adecuadamente y prevenir complicaciones adicionales. En primer lugar, evita tocar o manipular el piercing con las manos sucias para evitar una mayor propagación de la infección. Limpia el área con suavidad utilizando una solución salina o un limpiador recomendado por tu piercer o profesional de la salud.
Además, mantén el área limpia y seca, y evita sumergir el piercing en agua sucia, como piscinas o bañeras, hasta que la infección se resuelva. Si la infección empeora o no muestra signos de mejora en unos pocos días, es crucial buscar atención médica para recibir tratamiento adecuado.
Para desinfectar un piercing infectado, sigue estos pasos:
Para reducir la inflamación de un piercing en la oreja, existen varios métodos que puedes probar. En primer lugar, aplica compresas frías sobre el área inflamada para ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. También puedes tomar antiinflamatorios de venta libre, como ibuprofeno, siguiendo las indicaciones del envase. Mantén el área limpia y seca, evitando el contacto con cosméticos o productos irritantes.
Si la inflamación no mejora en unos pocos días o empeora, o si experimentas fiebre u otros signos de infección, busca atención médica para recibir tratamiento adecuado.
Si tienes una bola de pus en tu piercing infectado de oreja, es importante abordarla con cuidado para evitar complicaciones. Primero, lava tus manos con agua y jabón para evitar la propagación de bacterias. Luego, aplica compresas tibias sobre el área afectada para ayudar a ablandar la pus y facilitar su drenaje.
Evita exprimir o manipular la bolita de pus en el piercing infectado de la oreja, ya que esto puede provocar una mayor irritación o incluso una infección más grave. Si la bola de pus persiste o empeora, o si experimentas fiebre u otros síntomas de infección, busca atención médica para recibir tratamiento adecuado.
El helix es una parte de la oreja donde los piercings son comunes. Debido a su ubicación en la parte exterior de la oreja y su estructura de cartílago, los piercings en el helix pueden ser más propensos a la irritación y la infección.
Además, la curación de los piercings en el helix puede llevar más tiempo que en otras partes de la oreja debido a la naturaleza del cartílago. Por estas razones, los piercings en el helix pueden ser más susceptibles a desarrollar infecciones, lo que puede manifestarse como una bolita de pus.
En un piercing infectado, el color del pus puede variar y podría indicar diferentes niveles de gravedad o tipos de infección:
Es importante prestar atención al color del pus y buscar atención médica si hay signos de infección, como enrojecimiento, inflamación, dolor intenso o fiebre. Un profesional médico podrá evaluar la situación y proporcionar el tratamiento adecuado para el tipo de infección presente.
Para determinar si tu piercing está infectado, presta atención a los siguientes signos:
Si experimentas alguno de estos síntomas, es posible que tu piercing esté infectado y debes buscar atención médica para recibir tratamiento adecuado.
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