El vértigo es una sensación ilusoria de movimiento y pérdida del equilibro. Sin embargo, quienes lo padecen lo viven como una experiencia real y desagradable. El vértigo periférico tiene relación con la pérdida o disminución de la audición, entre otros síntomas. Es importante remarcar que una consulta al médico especialista te aportará claridad e información específica según cada caso particular. Mientras, veamos algunos datos fundamentales sobre el vértigo periférico.
El vértigo periférico es una dolencia que puede perjudicar o disminuir la audición. Está relacionada con el mal funcionamiento del sector del oído interno que se ocupa del equilibrio. Se manifiesta a través de episodios en los que se experimenta una sensación de mareo y desequilibrio. Los episodios, suelen durar entre algunos segundos y varios minutos. La persona con vértigo siente que todo se mueve a su alrededor, como si estuviera en una montaña rusa. En ocasiones, se percibe que las cosas se inclinan hacia un lado e incluso que es uno mismo quien se mueve o «gira» con rapidez.
Además, el vértigo genera ansiedad y malestar. Por esto, lo que es importante es acompañar, escuchar y dar apoyo a quienes padecen estas crisis.
El vértigo periférico puede ser causado por otras condiciones médicas y trastornos, entre las que se destacan:
El vértigo puede tener diferentes grados de severidad, llegando a afectar la vida diaria de quienes lo padecen. Afortunadamente, es una situación que puede tratarse y mejorar con acompañamiento médico.
La sensación de vértigo es algo conocido por la mayoría de las personas. ¿Quién no se ha sentido mareado alguna vez al ponerse de pie rápidamente? Sin embargo, cuando esto sucede de manera recurrente, es necesario prestar atención a otros síntomas.
Si sufres a menudo estos mareos repentinos y la sensación de que todo se mueve rápidamente, pon atención: puede tratarse de vértigo periférico. Esta situación suele ir acompañada por:
Pero otros síntomas se enfocan en el sistema auditivo e incluyen:
El vértigo a menudo se manifiesta, como mencionamos anteriormente, por problemas de audición. La hipoacusia, los acúfenos, la distorsión sonora y la sensación de presión en los oídos son algunos de ellos.
A esta serie de síntomas puede sumarse el nistagmo, definido como un movimiento veloz, involuntario, y repetido de los ojos. Esto provoca una seria dificultad para enfocar la mirada.
Al acudir a una consulta médica por vértigo periférico, es importante ser claro y explicar con detalle las sensaciones experimentadas. De esta manera, el profesional de la salud podrá encontrar más rápido el camino para un diagnóstico correcto.
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Los mareos y la sensación de vértigo son comunes a diversas patologías. Los especialistas deben recurrir a diferentes formas de diagnóstico hasta descubrir qué es lo que causa esas sensaciones tan molestas.
El diagnóstico del vértigo periférico debe comenzar por la historia clínica y un examen completo.
La historia clínica se centrará en la descripción de los síntomas, su duración, sus desencadenantes y antecedentes. En esta etapa, la comunicación entre el médico y paciente es fundamental, ya que la descripción adecuada de los síntomas ayudará al profesional a descubrir el origen de la dolencia.
El Examen neurotológico puede y debe incluir:
En cuanto a estudios adicionales solo un pequeño porcentaje de los pacientes presentan resultados de laboratorio que explican la causa del vértigo. Las imágenes diagnósticas como el TAC de oído simple y la resonancia magnética cerebral sin contraste son necesarios solo en algunos casos.
Una de los aspectos fundamentales en el tratamiento del vértigo periférico, más allá de su causa médica, es apoyar a la persona que lo padece. Quienes le acompañan deben esforzarse por comprender su situación y cómo esta puede afectar negativamente su vida cotidiana.
Una dieta baja en sodio puede ayudar a disminuir los desencadenantes de las crisis. Algunos médicos indican diuréticos para reducir los líquidos en el oído interno.
Los tratamientos farmacológicos con betahistina, uno de los más utilizados, deben ser indicados por el especialista. En algunas dolencias puntuales como el BPPV, el uso de sedantes vestibulares es materia de discusión. En este contexto, las pastillas SERC se prescriben comúnmente para aliviar los síntomas asociados con el vértigo y el síndrome de Menière, demostrando ser eficaces en el tratamiento de estas condiciones específicas.
Otra de las respuestas es la llamada maniobra de Epley, la cual consiste en la realización de una serie de movimientos específicos con la cabeza. Esta maniobra de reposición alivia a la mayoría de los pacientes y puede realizarse una o dos veces. Se recomienda no realizar movimientos bruscos después de hacerla y dormir con la cabeza elevada si es la hora del descanso.
Existen algunas medidas que las personas podemos tomar para prevenir la aparición del vértigo periférico