La Parotiditis, o paperas, se refiere a la inflamación de la glándula parótida, la cual es la glándula salival más grande ubicada entre el conducto auditivo externo y la mandíbula. Esta inflamación puede ocasionar hinchazón y molestias debido a la respuesta inflamatoria provocada por virus y/o bacterias. La función de las glándulas parótidas es producir la cantidad adecuada de saliva.
El agente causal de la parotiditis es el virus de las paperas, perteneciente al género Rubulavirus de la familia Paramyxoviridae. Este virus se transmite principalmente a través de gotas respiratorias infectadas, como cuando una persona infectada tose o estornuda, o mediante el contacto directo con saliva infectada, lo que puede ocurrir al compartir utensilios, alimentos o bebidas con una persona infectada. Una vez que una persona contrae el virus, puede experimentar síntomas como fiebre, inflamación de las glándulas salivales (especialmente las parótidas), dolor de cabeza, dolor muscular y fatiga.
El tratamiento de la parotiditis generalmente implica medidas para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Estas pueden incluir:
Es importante seguir las recomendaciones del profesional de la salud y consultar si se presentan síntomas graves o persistentes.
La distinción entre infecciones víricas y bacterianas es importante porque a menudo influye en el tipo de tratamiento necesario. Por ejemplo, los antibióticos sólo son eficaces contra las infecciones bacterianas y no tienen ningún efecto sobre las infecciones víricas.
La parotiditis vírica es una inflamación de las glándulas parótidas causada por una infección vírica, en particular el virus de la parótida, comúnmente conocido como virus de la lenteja de agua o parotitis epidémica. Este virus pertenece a la familia de los paramixovirus.
Las paperas víricas son muy contagiosas y se transmiten a través de gotitas de saliva o secreciones nasales de una persona infectada. Los síntomas típicos incluyen hinchazón y dolor en las glándulas parótidas, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y fatiga. La mayoría de los casos de parotiditis vírica se resuelven espontáneamente sin necesidad de tratamiento específico, aunque a veces pueden producirse complicaciones como orquitis (inflamación de los testículos en los hombres) o meningitis.
La parotiditis bacteriana es una infección que afecta a las glándulas salivales, y se diferencia de la parotiditis vírica en que está causada por bacterias, en particular Staphylococcus aureus. Esta afección se da con mayor frecuencia en personas con un sistema inmunitario debilitado, en quienes padecen cálculos salivales o en quienes tienen una producción reducida de saliva, lo que favorece la aparición de infecciones. Los principales signos de esta enfermedad incluyen una marcada hinchazón y dolor en la zona de las glándulas salivales, normalmente en un lado. Otros síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y pérdida de apetito. En el caso de las paperas bacterianas, el tratamiento suele consistir en el uso de antibióticos para combatir la infección. Además, pueden utilizarse fármacos para aliviar el dolor y reducir la fiebre con el fin de mejorar el bienestar del paciente.
La vacunación es esencial para prevenir las paperas, una enfermedad infecciosa. Es obligatoria y gratuita para los nacidos después de 2017. La vacuna utiliza virus vivos atenuados para estimular la respuesta inmunitaria sin causar la enfermedad. Se administra mediante una inyección subcutánea, disponible en versión trivalente (vacuna MPR) o tetravalente (vacuna MPRV), que también protege contra la varicela. Los niños necesitan dos dosis: la primera entre los 13 y los 15 meses, y la segunda entre los 5 y los 6 años. Los adultos no vacunados pueden recibir dos dosis, con un intervalo mínimo de cuatro semanas. Con dos dosis, la protección es del 85%, y con una dosis, alrededor del 60%. Los efectos secundarios son leves y poco frecuentes, como inflamación local, erupciones cutáneas, fiebre leve y ocasionalmente inflamación de los ganglios linfáticos y articulaciones. Los casos de niños totalmente vacunados con paperas son raros, y la inmunidad suele ser de por vida.
La parotiditis, comúnmente conocida como paperas, es causada por el virus de las paperas y es una enfermedad viral distinta al Covid-19, que es causado por el virus SARS-CoV-2. Aunque es poco común, algunas personas pueden experimentar parotiditis como una complicación del Covid-19. Sin embargo, es importante recordar que la inflamación de las glándulas salivales puede tener diversas causas, y no todas las inflamaciones de las glándulas salivales están relacionadas con la infección por Covid-19. Si experimentas inflamación de las glándulas salivales u otros síntomas inusuales, es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado.
En las mujeres, los síntomas de la parotiditis pueden manifestarse como malestar general, dolor de cabeza, a veces fiebre, y dolor en la zona lateral del cuello y debajo de la oreja, especialmente al abrir la boca, masticar y tragar. Durante el embarazo, sobre todo en el primer trimestre, la infección por paperas puede conllevar un mayor riesgo de aborto espontáneo, mientras que el impacto de la infección fetal sigue siendo difícil de determinar. No se recomienda la administración de la vacuna antiparotidítica durante el embarazo, como ocurre con otras vacunas que utilizan virus vivos atenuados, debido a los riesgos potenciales asociados. La protección mediante la administración de anticuerpos específicos antes del embarazo sigue siendo la estrategia preferida para prevenir la infección.
Las complicaciones relacionadas con las paperas son poco frecuentes, pero pueden incluir varias afecciones. Entre ellas figuran:
La parotiditis aguda recurrente es una condición en la cual una persona experimenta episodios recurrentes de inflamación de las glándulas parótidas, que son las glándulas salivales ubicadas a los lados de la cara, justo debajo y delante de las orejas. Estos episodios pueden ser dolorosos y estar acompañados de síntomas como fiebre, dolor al masticar o tragar, y aumento de la sensibilidad en las glándulas afectadas.
La causa exacta de la parotiditis aguda recurrente puede variar y a menudo no se conoce con certeza. Sin embargo, se cree que puede estar relacionada con una variedad de factores, como infecciones virales recurrentes, obstrucción de los conductos salivales, trastornos autoinmunes o problemas del sistema inmunológico.
El tratamiento de la parotiditis aguda recurrente puede implicar el uso de medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación durante los episodios agudos, así como medidas para prevenir la recurrencia de los episodios, como mantener una buena higiene bucal, evitar alimentos que estimulen la producción de saliva (como los ácidos o picantes) y, en algunos casos, el uso de medicamentos para controlar la producción de saliva. En casos graves o recurrentes, puede ser necesario considerar la extirpación quirúrgica de las glándulas salivales afectadas. Es importante trabajar con un médico para determinar el tratamiento más adecuado para cada situación individual.
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